Ana on the rocks




Pese a que los conservadores sean especialistas en untar a los medios, a fin de que bascule la pluma hacia su flanco, no son por el contrario hábiles oradores de su salmodia cuando ellos mismos la deben recitar. Especialmente cuando se trata de asuntos sociales, la jauría conservadora ladra desafinada, chirría; vamos, que se le ve el refajo atávico de su autismo clasista.

La última perla la ha protagonizado la señora Botella (Ana en su casa, la Botella en la nuestra), que ha salido al ruedo mediático vestida de hábito berlanguiano, señorona de las de antes, piadosa cristiana, henchida de caridad católica: ¡Venid a mí aquellos que estáis agobiados, que mi Ayuntamiento os confortará! Aunque no cobréis, por lo menos no estáis por la calle, maleando. Que nadie diga que no pensamos en la clase trabajadora. Porque tenedlo claro, quien no trabaja es porque no quiere. Un sacho le daba yo a quien se queje... y dos hostias (consagradas, por supuesto). Lo que España necesita es un Aznar con 20 años. Mi Jose Mari los iba a poner a todos...

Ramón Besonías Román


1 comentario:

  1. Veo a la izquierda desarbolada, perdida, hundida en la conmiseración pues parece que esta crisis nos escora totalmente a la derecha como si la izquierda solo pudiera gobernar en momentos de abundancia. Ser de izquierdas supone un esfuerzo, ser de derechas no. Es natural y en esta tesitura todos nos tiramos a la derecha, aunque contradiga nuestros razonamientos. Ana Botella es risible, igual que Aznar, igual que Rajoy, pero hoy por hoy no hay nada al otro lado, desafortunadamente. Los principios de la derecha son el egoísmo y la caridad. Los de la izquierda, quién los sabe...

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