Publicado en el diario HOY, el día 26 de enero de 2012
Si el profesor de ciencias naturales y los documentales de La 2 no me hubiesen explicado de manera gráfica que un iceberg antártico es más voluminoso bajo el mar que en la superficie, aún estaría sumido en una total ignorancia acerca de los sorprendentes misterios que esconde la naturaleza. Esta revelación se asemeja a la que no pocos militantes y simpatizantes del PSOE experimentan ante el happening que está teniendo lugar en torno a la elección de Secretario General. Lo que muestra el iceberg no hace justicia a la realidad, acostumbrada ésta a sutiles intersticios que el profano ignora.
El discurso de renovación del partido socialista nació de un debate espontáneo y sin injerencias por parte de las bases militantes y numerosos simpatizantes progresistas, convencido de la necesidad de iniciar dentro del PSOE un proceso de reflexión serio y comprometido con el cambio. En ningún caso, salvo excepciones, hubo antes del 20N por parte de la Ejecutiva Federal, y mucho menos de la mano de la Ejecutiva Local de Badajoz, ningún amago que indicara que el partido debía reformular su dirección política y su empatía hacia la ciudadanía. De hecho, a estas alturas, Celestino Vegas, Secretario General en funciones del PSOE en Badajoz, no ha abierto ante sus compañeros militantes ningún foro de debate que no fuera aquel que le marca la agenda federal. La reciente publicación de la lista de delegados para el próximo Congreso Federal revela clara y distinta su voluntad de blindar el partido contra cualquier intento de propiciar un debate interno. Dicha lista no representa la pluralidad que caracteriza a la Agrupación Local; antes bien, conforma el grupo tradicional de representantes que hasta ahora ha protagonizado la escena política socialista en nuestra ciudad.
El partido socialista pacense está formado por numerosos militantes y simpatizantes que demandan una renovación interna y que piden a su Ejecutiva Local valentía y generosidad. La presentación de esta lista conservadora refleja la falta de voluntad por abrir en el seno de la Agrupación Local un profundo debate en torno a lo que debiera ser un proyecto futuro para la ciudad. Esta falta de perspectivas no hace justicia en modo alguno a la vida política que fluye dentro del PSOE de Badajoz, el cual experimenta en estos momentos un renacimiento de su militancia, con ideas renovadoras que esperan tener su eco en un futuro próximo. La Ejecutiva Local ha obviado a aquellos militantes que demandan cambio, llevando a Sevilla en su lugar un grupo estratégico de adláteres.
El PSOE pacense está vivo, pero lo está a pie de base, en los debates que genera su militancia. La Ejecutiva Local, mientras tanto, hace oídos sordos a este fenómeno de renovación, anclada por mero formalismo institucional al proceso federal de Sevilla. Da la sensación de que Celestino Vegas se ha propuesto convertir el discurso de renovación del partido en un mero juego de apariencias, agazapándose al calor de los viejos barones pacenses.
El que escribe tiene la honesta voluntad de hablar claro, de evitar una política de rincón, ajena a las voces que desde la calle piden un cambio real en la forma de hacer política. Se lo debemos a la ciudadanía pacense, que demanda del PSOE un acto sincero de contricción y una purga de viejos vicios y rostros políticos. Es hora de cambiar, de regenerar una acción política real, creíble, y no un baile de salón al que solo están invitados aquellos que recibieron por derecho vitalicio el chaqué de gala. Es hora de rearmar a la militancia pacense con un proyecto socialista que nos devuelva la ilusión por mejorar la realidad, sin ceder a las sirenas del despotismo.
Ramón Besonías Román
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