6:15 horas del día 2 de agosto. 300 policías desalojan, siguiendo órdenes del Ayuntamiento y del Ministerio del Interior, para que los servicios de limpieza de la Comunidad de Madrid aseen la Plaza del Sol; las fuerzas de seguridad cierran todos los accesos, impidiendo que los indignados puedan retomarla. Lo que en principio iba a ser un desalojo rápido y silencioso, se convierte en una nueva manifestación ciudadana. Miles de personas toman las calles aledañas a Sol y se dirigen al Congreso, en señal de protesta. Esta podría servir de breve descripción de los hechos acaecidos durante todo este día.
Entro en internet y leo los titulares de los principales periódicos nacionales, con poca esperanza de descubrir un enfoque semejante de lo acaecido. Así es, algunos periódicos nacionales, en vez de recurrir a titulares más o menos objetivos, prefiere hacer uso del potencial denotativo de la noticia. Titular del diario ABC: «La Policía controla la dispersión de cientos de indignados por el centro de Madrid». La frase se centra en el trabajo realizado por la policía, evitando cualquier referencia a las protestas ciudadanas o a el desalojo de Sol. El titular tranquiliza a la población y alaba la profesionalidad de las fuerzas de seguridad, pero obvia el carácter social de los hechos. Entro en la web oficial de La razón y no encuentro ningún titular relevante sobre el suceso. Solo hacen mención al desalojo y la protesta más abajo y en letra pequeña. En la sección Madrid encuentro el titular: «Los indignados vuelven a intentar tomar Sol». Un titular más connotativo, aunque se centra en el hecho de que los indignados han fracasado en su intento de entrar en Sol. No se utiliza el verbo entrar, sino tomar, dejando claro la voluntad de ilegalidad de los indignados. Además de esto, se sugiere que la primera concentración de indignados, el 15 de mayo, también fue una toma forzada de la plaza. Un subtítulo en la misma página reza: «Retiran 26.940 kilos de residuos tras los desalojos». Sorprende la rapidez y precisión del pesaje. No sorprende tanto las malévolas inferencias que puede hacerse de este hecho. El titular del diario El mundo es similar al de La razón: «Los indignados vuelven a tomar el centro de Madrid».
Me sorprende el titular del diario El país: «El cierre de Sol extiende la protesta del 15-M por el centro de Madrid». Esta frase denota un enfoque diferente al resto de los diarios nacionales. Sugiere que la causa de las protestas ciudadanas es el cierre de Sol. No se centra en la acción policial, ni en la limpieza de la plaza. Se limita a destacar las consecuencias del cierre y su causa principal: la indignación de la ciudadanía al observar cómo sin previo aviso se recogen todos los objetos que había en la plaza y se acordona el perímetro sin dejar entrar a nadie, exceptuando a aquellos que no parezcan indignados. La interpretación que hace El País de los hechos refuerza el carácter social de la noticia. Además, subraya que la protesta ciudadana es consecuencia y no causa de la decisión política y de la acción policial de desalojar Sol. Igualmente, se evita estigmatizar a los indignados o sugerir que la concentración supone un peligro para la seguridad.
Mañana se llenarán los periódicos de relatos y análisis sesudos acerca de lo sucedido. Antes de que eso suceda, en caliente, cabe reflexionar acerca de la capacidad que posee la prensa para manipular y ajustar los hechos a su propio espectro ideológico. Después de todo, una de las partes que más leemos de un periódico son los titulares, en la mayoría de los casos sin llegar después a profundizar en la lectura de la noticia. Un titular es en sí mismo una declaración de intenciones, una llamada de atención hacia un aspecto determinado de un suceso, obviando otros igualmente relevantes. La elección de ese aspecto, ese rasgo, determinará en gran medida la comprensión que el lector tendrá de la noticia.
Entro en internet y leo los titulares de los principales periódicos nacionales, con poca esperanza de descubrir un enfoque semejante de lo acaecido. Así es, algunos periódicos nacionales, en vez de recurrir a titulares más o menos objetivos, prefiere hacer uso del potencial denotativo de la noticia. Titular del diario ABC: «La Policía controla la dispersión de cientos de indignados por el centro de Madrid». La frase se centra en el trabajo realizado por la policía, evitando cualquier referencia a las protestas ciudadanas o a el desalojo de Sol. El titular tranquiliza a la población y alaba la profesionalidad de las fuerzas de seguridad, pero obvia el carácter social de los hechos. Entro en la web oficial de La razón y no encuentro ningún titular relevante sobre el suceso. Solo hacen mención al desalojo y la protesta más abajo y en letra pequeña. En la sección Madrid encuentro el titular: «Los indignados vuelven a intentar tomar Sol». Un titular más connotativo, aunque se centra en el hecho de que los indignados han fracasado en su intento de entrar en Sol. No se utiliza el verbo entrar, sino tomar, dejando claro la voluntad de ilegalidad de los indignados. Además de esto, se sugiere que la primera concentración de indignados, el 15 de mayo, también fue una toma forzada de la plaza. Un subtítulo en la misma página reza: «Retiran 26.940 kilos de residuos tras los desalojos». Sorprende la rapidez y precisión del pesaje. No sorprende tanto las malévolas inferencias que puede hacerse de este hecho. El titular del diario El mundo es similar al de La razón: «Los indignados vuelven a tomar el centro de Madrid».
Me sorprende el titular del diario El país: «El cierre de Sol extiende la protesta del 15-M por el centro de Madrid». Esta frase denota un enfoque diferente al resto de los diarios nacionales. Sugiere que la causa de las protestas ciudadanas es el cierre de Sol. No se centra en la acción policial, ni en la limpieza de la plaza. Se limita a destacar las consecuencias del cierre y su causa principal: la indignación de la ciudadanía al observar cómo sin previo aviso se recogen todos los objetos que había en la plaza y se acordona el perímetro sin dejar entrar a nadie, exceptuando a aquellos que no parezcan indignados. La interpretación que hace El País de los hechos refuerza el carácter social de la noticia. Además, subraya que la protesta ciudadana es consecuencia y no causa de la decisión política y de la acción policial de desalojar Sol. Igualmente, se evita estigmatizar a los indignados o sugerir que la concentración supone un peligro para la seguridad.
Mañana se llenarán los periódicos de relatos y análisis sesudos acerca de lo sucedido. Antes de que eso suceda, en caliente, cabe reflexionar acerca de la capacidad que posee la prensa para manipular y ajustar los hechos a su propio espectro ideológico. Después de todo, una de las partes que más leemos de un periódico son los titulares, en la mayoría de los casos sin llegar después a profundizar en la lectura de la noticia. Un titular es en sí mismo una declaración de intenciones, una llamada de atención hacia un aspecto determinado de un suceso, obviando otros igualmente relevantes. La elección de ese aspecto, ese rasgo, determinará en gran medida la comprensión que el lector tendrá de la noticia.
Ramón Besonías Román
No hay comentarios:
Publicar un comentario